"Aumentan los casos de reacciones a las comidas"

El 8% de la población sufre de alergias alimentarias. Los chicos, los más afectados.
Leche, soja, pescados y mariscos, algunas frutas secas, huevo y trigo. Esa es la lista de alimentos que pueden provocar alergia. En adultos es más fácil de detectar: las reacciones son dermatológicas, digestivas o respiratorias. En niños, es más frecuente, pero los diagnósticos poco precisos hacen que pase como, por ejemplo, “intolerancia a la lactosa”. Lo que iguala a las alergias de tipo respiratorias con las reacciones a determinadas comidas es que por ambas hay un aumento de consultas y las dos pueden provocar la muerte en una crisis si no se controla a tiempo.

Como en nuestro país no hay cifras oficiales, los especialistas en el tema consultados por Clarín hacen pie en las estadísticas globales. En el mundo, las alergias alimentarias afectan al 8% de la población, un 4% más que hace un década. Según la Asociación Americana de Alergias, Asma e Inmunología, Estados Unidos pasó de 21.000 casos de reacciones alérgicas por ingesta de alimentos en 1998 a 51.000, diez años después. En Europa aumentó un 200% en los últimos 50 años.

“Nuestro país acompaña ese ritmo. En una década, se puede registrar una prevalencia entre 4% y 5% mayor”, apunta Juan Carlos Ivancevich, miembro del directorio de la Organización Mundial de Alergia. El especialista dice que los pacientes se acercan, en general, con urticarias, eccemas o molestias respiratorias. “El mecanismo es el mismo que con las alergias respiratorias. La proteína es el alérgeno que el organismo deja de tolerar, y reacciona”, explica. Las erupciones cutáneas pueden controlarse con un antihistamínico. Pero el shock anafiláctico puede provocar la muerte, cuya prevalencia es bajísima, pero eso no quita que el paciente deba estar atento.

Algunas comidas tienen conservantes y aditivos, pero el organismo no se defiende de ellos. Entonces, si la alergia alimentaria no es de origen genético, ¿qué la dispara? “Los estilos de vida occidentales no colaboran”, responde Ledit Ardusso, jefe del Servicio de Inmunología y Alergia del Hospital Centenario de Rosario. “Si privilegiamos las grasas, si somos sedentarios, si preferimos el delivery o en vez de ir a una plaza nos quedamos en casa, somos propensos a sufrir una alergia”, señala Ardusso, y sigue: “A la menor exposición a microorganismos normales del medio ambiente, el sistema inmune en vez de aprender a defenderse responde a factores que no son potencialmente dañinos”.

Desde el año pasado, el Código Alimentario Argentino obliga a declarar en los alimentos las sustancias capaces de producir reacciones adversas. Las etiquetas exigidas por la nueva ley deben identificar claramente el origen de todos los ingredientes que sean o se deriven de los alérgenos alimentarios más comunes. Se recomienda leer esas etiquetas con atención, sobre todo en productos procesados. La eliminación del alérgeno responsable es la acción más importante en el control de la enfermedad.

http://www.clarin.com/sociedad/salud/aumentan-casos-reacciones-comidas_0_565743440.html

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