Se lleva en el bolsillo y va asociado al celular. Realiza un monitoreo constante del corazón y en caso de percibir anomalías, avisa en tiempo real al paciente y al médico. Fue desarrollado en la Universidad Politécnica de Lausanne, en Suiza.
Que en el buzón de entrada del celular entre los “llego en 10”, “llamame urgente”, o “¿por dónde andás?” se cuele uno que advierta que nuestro corazón no está funcionando como debería es extraño, sí, pero también posible. Es que un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Lausanne (EPFL, por sus siglas en francés), en Suiza, diseñó un pequeño dispositivo que se adhiere al cuerpo y detecta anomalías en el ritmo cardíaco en tiempo real, tras lo cual envía un mensaje de texto al paciente y uno a su médico alertando de la situación.
Que en el buzón de entrada del celular entre los “llego en 10”, “llamame urgente”, o “¿por dónde andás?” se cuele uno que advierta que nuestro corazón no está funcionando como debería es extraño, sí, pero también posible. Es que un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Lausanne (EPFL, por sus siglas en francés), en Suiza, diseñó un pequeño dispositivo que se adhiere al cuerpo y detecta anomalías en el ritmo cardíaco en tiempo real, tras lo cual envía un mensaje de texto al paciente y uno a su médico alertando de la situación.
El Wireless Body Sensor Network (WBSN) es un sistema que monitorea en forma constante el corazón del paciente y va asociado a su teléfono móvil. “Lo que hace es recibir la información del electrocardiograma y analizarla en tiempo real, de manera que si hay algún tipo de patología, o indicio de patología, envía esa información al celular, donde se la muestra de una manera gráfica para que el paciente vea lo que está pasando. Y al mismo tiempo es capaz de mandar un mensaje -un sms o un email- al doctor”, explicó en El aparatito, que puede llevarse en el bolsillo (mide tres centímetros de alto por tres de ancho y uno de grosor), recibe las señales enviadas por tres electrodos adheridos al cuerpo. Lo novedoso respecto de dispositivos similares es que este “es capaz de interpretar los datos que recoge y avisar cuando algo se sale de los parámetros normales”, mientras que los otros sólo recopilan la información que posteriormente es analizada.
El sistema eliminaría así por lo menos cuatro pasos: sacar un turno para hacerse un electrocardiograma, asistir a la cita en el hospital, retirar los resultados y llevárselos al cardiólogo. “Al médico lo que le ahorra es muchísimo gasto a nivel hospitalario, porque no es necesario que el paciente vaya al hospital, ni que esté yendo cada dos por tres, ya que el sistema envía la información al médico cuando realmente detecta algo”, apuntó Atienza.
Básicamente está pensado para pacientes cardíacos crónicos, a quienes el sistema les practica análisis muy específicos definidos por el especialista (que “es siempre quien toma la decisión final”). Puede usarse durante todo el día (incluso por la noche) y no altera las actividades normales, ya que es liviano y no invasivo. Tampoco hay que estar pendiente de la batería: tiene una autonomía energética de unas tres semanas.
“Lo que proponíamos es cambiar un poco la manera de tratar este tipo de enfermedades que habitualmente están muy centradas en el que el paciente vaya al hospital, con todo el costo adicional que supone. Este sería un sistema que es capaz de trabajar directamente en casa y está personalizado para cada paciente”, señala Atienza, un ingeniero en Informática y Electrónica que llegó desde Madrid a la EPFL en 2008 y se puso al frente del equipo de 12 investigadores que diseñó el WSBN. La investigación contó, además, con la colaboración y supervisión de asesores médicos.
El prototipo ya fue probado con éxito en 20 pacientes con problemas cardíacos y en unas 100 personas más. Si bien “no fue pensado con un fin comercial”, ya hay cuatro empresas que están interesadas en producirlo y comercializarlo. La universidad está negociando con ellas “para ver de qué manera se utilizaría, en qué contexto y en qué condiciones”.
Atienza calcula que su valor en el mercado sería inferior a los 100 euros (unos 600 pesos) y que el proceso de validación que habilite su salida al mercado demoraría de cuatro a cinco meses. Hipocondríacos, abstenerse.
http://www.clarin.com/sociedad/salud/Disenan-mensaje-detecta-problema-cardiaco_0_575342691.html
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